miércoles, 29 de agosto de 2012

Funciones del lenguaje.

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Roman Jackobson atribuye al lenguaje seis funciones (seis cosas para las cuales sirve).Cada una de estas funciones jerarquiza uno de los elementos del circuito de la comunicación, es decir lo convierte en lo más importante y todo el texto se orienta hacia él.


La función dominante.

En un texto pueden aparecer muchas funciones del lenguaje juntas pero casi siempre una de ellas tendrá más peso que las demás, a esa función se le llama "función dominante" y es la que define la intencionalidad del texto. Ej.: en un llamado a la solidaridad encontramos la función apelativa (pide algo), la informativa (se indica el tipo de sangre y el lugar adonde hay que ir) y posiblemente la emotiva (sim el tono de voz del locutor denota piedad o lástima). La dominante no es la informativa porque la intención de ese texto no es que la gente simplemente se entere de esa situación sin hacer nada; tampoco es la emotiva porque no se construye ese texto para que el locutor nos muestre su estado de ánimo. La dominante es la apelativa porque ese texto se hizo con la intención de que la gente acuda al pedido y done sangre.



1)      Función emotiva o expresiva.

Aparece en aquellos textos que fueron hechos para que el emisor exprese sentimientos, emociones, estados de ánimo, su ideología, su forma de pensar. Los textos donde predomina son las peleas verbales, los insultos, las promesas los diálogos amorosos, las cartas de amor, las editoriales o notas de opinión, las declaraciones de principios, etc.

Es frecuente la presencia de la 1º persona (yo/nosotros) y del modo subjuntivo (que se usa para expresar deseo, duda, incertidumbre). La aparición de interjecciones (¡eh!; ¡oh!; ¡epa!; ¡ay!) es señal inequívoca de presencia de función emotiva.

Ejemplos:

“Lamentablemente no nos pudimos llevar el triunfo”.

“Usted es un miserable”.

“!Ay de mí, ay infeliz!”.


2)      Función apelativa.

Aparece en aquellos textos que fueron hechos para influir en la voluntad del receptor, para cambiar du forma de pensar. Aparece como dominante en las órdenes, los pedidos, los ruegos, la publicidad, el discurso político, el sermón religioso, las instrucciones, etc.

Está vinculada con la 2º persona (tu/ustedes) y con el modo imperativo (que es el verbo convertido en orden). Sin embargo puede haber función apelativa aun cuando no haya verbos en imperativo (es el caso de los actos de habla indirectos).

Ejemplos:

“¡Compre ya!”

“Se solicita ajustarse los cinturones”.

“¿Me pasarías el peine?”


3)      Función informativa o referencial.

Aparece en aquellos textos que fueron hechos para transmitir información, datos sobre el mundo que nos rodea, ya sea la historia antigua, la estructura del átomo, el partido del domingo o la boda de un primo. Aquí ya no interesa ni la forma de pensar del emisor ni la voluntad del receptor; el centro de gravedad del texto es aquello de lo que se habla: el referente. Si bien esta función está presente prácticamente en cualquier texto es dominante en el discurso periodístico, histórico y científico, en las definiciones, las biografías, las charlas cotidianas, los chismes, etc.

En estos textos predominará el modo indicativo (que expresa certeza) y la 3º persona (él/ella/esto/etc.)

Ejemplo:

“Los osos son animales plantígrados”.

“La Selección derrotó a Alemania”

“Ayer a la noche vi a tu primo”.


4)      Función metalingüística.

Como el elemento jerarquizado es el código, esta función aparece en aquellos textos en los cuales se habla sobre el lenguaje (no olvidar que los lenguajes son códigos). Predomina en el diccionario, las gramáticas, las clases de castellano o inglés o cuando explicamos el origen de una palabra.

Es una variable de la función informativa (con lo cual se la confunde), por lo tanto se relaciona con el modo indicativo y la 3º persona. La diferencia es que en la función informativa se utiliza el lenguaje para hablar de otra cosa (el partido del domingo, la Guerra del Golfo, los Himalayas) y en ésta se utiliza el lenguaje para hablar del lenguaje mismo.

Ejemplos:

“Las palabras esdrújulas siempre llevan tilde”.

“En inglés los gentilicios se escriben con mayúscula”

“La palabra ‘pueblo’ deriva del latín ‘populum’”.


5)      Función fáctica o de contacto.

Aparece en aquellos textos (generalmente orales) mediante los cuales se intenta establecer, restablecer, prolongar o reforzar el canal de comunicación (recordemos que sin canal no hay mensaje). Antes de transmitir un mensaje debo asegurarme de que el otro me esté prestando atención, si no es así, debo hacer algo para establecer el canal. Puedo decirle “¡Eh!” o “¡Che, oí!” o “¡Pablo!”. En todos esos casos predomina la función fáctica. Lo mismo en el “un, dos, tres, probando” que hacemos frente a un micrófono para ver si se escucha bien (si el canal está habilitado).

La función fáctica también aparece al utilizar el lenguaje para evitar el silencio molesto que se produce cuando estamos con otra persona y no tenemos de qué hablar. Entonces llenamos ese silencio con cualquier cosas que se nos ocurra: “Qué calor, ¿eh?” No hay intención de comunicación real, solamente se trata de mantener el canal abierto. Por último, cuando ya conocemos a una persona pero que remos conocerla más a fondo (hacernos amigos) también producimos textos con función fáctica “¿Venís seguido por acá?” o “¿Qué cosas te gustan?”. Podemos reconocer fácilmente los diálogos fácticos porque siempre aparecen las mismas frases.

Es una función muy común en los textos orales, por escrito aparece cuando se intenta llamar la atención mediante fotos, colores o letras atractivas (por ejemplo en el afiche). Como el contacto se establece con el receptor suele relacionarse esta función con la 2º persona (igual que la apelativa). La presencia de vocativos (nombrar a la persona a la cual le hablamos) es marca de función fáctica.

Ejemplo:

“Hola, hola, probando”

“A ver, los del fondo”

“¡Eh, viejita!”


6)      Función poética.

Aparece en aquellos textos donde no es tan importante lo qué se dice sino cómo se lo dice. El centro de interés está puesto en el mensaje propiamente dicho. En estos textos se seleccionan cuidadosamente las palabras a emplear y también la forma en que se armarán las oraciones. En el lenguaje cotidiano que usamos a diario no hay función poética ya que no nos detenemos a pensar las frases que decimos, hablamos de la manera más rápida y sencilla. La función poética es la dominante por excelencia en el discurso literario (poemas, canciones, cuentos, novelas, teatro), las frases ingeniosas, las rimas, los trabalenguas, los juegos de palabras, etc.

Ejemplos:

“Muchos marines de los mandarines”.

“La grúa, su lágrima de carga, inclina sobre el dock”.

“Es mejor un Mayo Francés que un Julio Argentino (Roca)”.


Otros blogs de Horacio Piñeiro:
http://poesiahoracio.blogspot.com.ar  (obra poética)
http://cafebeatle-horacio.blogspot.com.ar (análisis de las letras de los Beatles)
http://losfantasmasdelgasometro.blogspot.com.ar (novela sobre el Viejo Gasómetro)
http://comentandoasabina.blogspot.com.ar (análilsis discográfico y poético de Joaquín Sabina)

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